Bruxismo, apretamiento de dientes

Un problema psicodental

«Mente y dientes son causas evidentes. Debemos ser conscientes y no rechinar los dientes.» Dr. Juan Balboa

«El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar las estructuras dentales sin propósitos funcionales.» Peter Dawson

«Hábito de apretamiento o frotamiento de dientes, diurno o nocturno, con distintos grados de intensidad y persistencia en el tiempo, inconsciente y fuera de los movimientos funcionales (parafunción).» Okeson

«Trastorno neurofisiológico de los movimientos mandibulares que, de forma progresiva, destruye los tejidos dentarios.» Bermejo

El bruxismo es una hiperexcitación del sistema nervioso central, que en forma de reflejo, envía estímulos no funcionales a los músculos de la masticación, los cuales generan fuerzas innecesarias, exageradas, repetitivas y por lo tanto dañinas para el sistema masticatorio. Dr. Juan Balboa

Bruxismo: Rechinamiento involuntario de muelas y/o dientes que se produce durante el sueño o la vigilia. Hábito de rechinar o apretar la dentadura sin fines funcionales.

Rechinar: Hacer o causar un sonido, comúnmente desapacible, al hacer rozar una cosa contra otra. Le rechinaban los dientes.

Hábito: Modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas.

Instinto: Conjunto de pautas de reacción que, en los animales, contribuyen a la conservación de la vida del individuo y de la especie. Instinto reproductor.
Real Academia Española de la lengua

Según algunas escuelas de Psicología, Antropología y Sociología, el ser humano carece de instintos, en cambio sí tiene reflejos o patrones adquiridos, la discusión continúa.

El bruxismo entonces no es algo instintivo, sino algo aprendido que hemos transformado por repetición en un mal hábito. Vamos a aceptar entonces que el bruxismo es un hábito, un mal hábito.

Rechinar o apretar la dentadura porque sí, coscientemente o por reflejo, es un mal hábito que debemos combatir. Debemos aprender a cortar ese circuito durante el día y hacer algo para evitar daños mayores durante el sueño.

Lo que está claro es que la dentadura no se aprieta ni rechina sola, lo hace a través de los músculos insertados en el cráneo y la mandíbula.

El maxilar superior no se desplaza, está fijo, y es este quien recibe los embates de la mandíbula durante sus deslizamientos al contraerse la musculatura facial involucrada.

Los músculos se contraen por impulsos nerviosos transmitidos por los nervios motores (V par craneal Trigémino), éstos provienen del Sistema Nervioso Central, que envía órdenes a las fibras musculares. Las fibras musculares al contraerse mueven la mandíbula y ésta traslada los dientes, los cuales contactan entre sí y generan el bruxismo.

El bruxismo lo provoca en última instancia el cerebro. La mente. Y el cerebro emocional tiene mucho que ver. ¿Pero por qué o para qué? No se sabe. Se han escrito algunas explicaciones, ideas u ocurrencias que tienen su lógica. El bruxismo se puede controlar o paliar de alguna manera, pero no curar del todo, porque sus causas profundas, sus raíces primarias son fundamentalmente emocionales y provienen del cerebro donde no sabemos intervenir, aún.

La otra causa está en la dentadura, para ser más exactos, en la forma de morder o juntar las muelas y dientes, en la llamada oclusión y por supuesto en la desoclusión. Las desarmonías de la mordida o desequilibrios de las relaciones entre los dientes al morder, se consideran desencadenantes del bruxismo pero no causa única, debe intervenir el estrés emocional.

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1. Músculo temporal, 2. Músculo masetero. El masetero en proporción a su tamaño es uno de los más potentes del cuerpo humano y está diseñado para hacer mucha fuerza. Al contraerse ejerce una presión impresionante entre las muelas. Para masticar está muy bien, pero apretar y rechinar y repetirlo porque sí, es enfermizo.

Recuerda: el bruxismo es una hiperexcitación del sistema nervioso central, que en forma de reflejo, envía estímulos no funcionales a los músculos de la masticación, los cuales generan fuerzas innecesarias, exageradas, repetitivas y por lo tanto dañinas para el sistema masticatorio. Dr. Juan Balboa

Precioso ejemplar de masetero en una mandíbula humana anatómicamente ideal. Si la miras y piensas en sus muelas cuando muerden ya supones que muerde con fuerza.

El bruxismo básicamente consiste en apretar y apretar, frotar y frotar. Deslizar la mandíbula con fuerza, cargando esa presión contra una o varias muelas, afectando a un diente anterior o a todos. Eso de apretar implica contraer los músculos masticatorios, y hacerlo solo porque te lo pide la mente. Aprietas, frotas y hasta puede que hagas ruido, un ruido desagradable que causa grima a quien lo escucha. Apretar es un reflejo, lo haces mientras estás escribiendo con un lápiz o con un teclado, conduciendo un coche o subiendo una escalera, no sabes por qué lo haces , pero mientras lo haces te sientes más seguro, más tranquilo, te da la sensación de que todo está bajo control.

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Tensión nerviosa, estrés continuado, ansiedad, depresión, angustia, neurosis etc. son causas emocionales asociadas al bruxismo.

Si abres la boca y dejas de apretar, te da la sensación de que las cosas que estás haciendo en ese momento se descontrolan, por eso puede que incluso recurras a morder algo como un lápiz o el tapón de un bolígrafo Bic – que están muy buenos – o tus propias uñas. La boca tiene una relación afectiva y primitiva muy profunda con nuestra mente. Todo empieza durante la vida intrauterina chupándonos un pulgar, continúa en el recién nacido con la búsqueda del pezón materno y sigue con el descubrimiento de nuestro entorno llevándonos todo a la boca para saber de qué se trata.

Ejemplo de mandíbula y masetero poco desarrollados. Su boca está entreabierta y con ese perfil delicado, sospechas que cuando muerde no lo hace con demasiada fuerza.

Tipos de bruxismo

1) Bruxismo céntrico
2) Bruxismo excéntrico
3) Bruxismo durante el sueño
4) Bruxismo durante la vigilia

1) Bruxismo céntrico es aquel que se inicia cuando la mandíbula se cierra, se juntan las muelas y se acomodan las superiores contra las inferiores con el máximo contacto posible. Se dice que las muelas están en máxima intercuspidación. Hemos conseguido que el arco dental superior e inferior encajen y coincidan al máximo.

Una vez llegado a este punto, el paciente aprieta las muelas, contrae con fuerza los músculos, éstos se ponen duros y pueden incluso llegar a doler, pero la mandíbula no se mueve, no se desliza, no rechina, no frota, solo aprieta. La mandíbula permanece centrada, por eso se llama bruxismo céntrico.

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Dentadura en máxima intercuspidación. Para éste paciente es su mordida habitual.

En el bruxismo céntrico intervienen fundamentalmente los músculos elevadores de la mandíbula, masetero y temporal. Al estar la mandíbula apretada, ésta no hace movimientos laterales, por lo tanto se dice que no rechinan las muelas, pero sí se fatigan los músculos.

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Las mandíbulas anchas y cuadradas pueden desarrollar más fuerza. Este tiene aspecto de que cuando muerde, muerde de verdad, ¡cuidado!

2) Bruxismo excéntrico es cuando además de apretar, el paciente frota y rechina la dentadura, balanceando la mandíbula lateralmente. Incluso puede llegar a hacer ruido, sobre todo durante el sueño. En el bruxismo excéntrico, la mandíbula se aleja del centro y se desplaza lateralmente, por eso se llama bruxismo excéntrico.

Durante el mismo, el paciente junta las muelas, pero antes de llegar a la máxima intercuspidación, se produce un primer contacto en un solo punto entre dos muelas; una muela del arco superior contra otra muela del inferior. El paciente desliza la mandíbula frotando sobre las superficies de esas dos muelas para llegar finalmente a la máxima intercuspidación. Ese primer contacto se llama contacto prematuro. También pueden existir contactos interferentes, que son aquellos que obstaculizan el libre movimiento mandibular cuando ésta se desplaza lateralmente.

A partir de ese primer punto de contacto, el paciente empieza a friccionar las muelas balanceando la mandíbula como un columpio. El balanceo se repite una y otra vez en forma constante y repetitiva durante varias horas al día. Esta función compulsiva, repetitiva y sin sentido se la conoce como parafunción.

Este músculo corto pero potente está insertado en el cuello del cóndilo articular de la mandíbula y hacia adelante en el maxilar superior. Hay uno derecho y otro izquierdo. Cuando se contraen los dos a la vez, el mentón sale hacia afuera como el personaje de «El padrino». Pero si uno se contrae y el otro se relaja, la mandíbula se mueve hacia un lado o hacia el otro como la boca de un dromedario.

Las parafunciones las realiza el subconsciente que pareciera querer «desgastar» las piezas dentales interferentes o descargar sus tensiones emocionales a partir del rechinar.

El bruxismo excéntrico es el más dañino, ya que se realiza con movimientos laterales que suelen generar palancas, las cuales multiplican las fuerzas. Las fuerzas laterales son desarrolladas sobre todo por los músculos pterigoideos derecho e izquierdo, que a manera de riendas de caballo, tiran de la mandíbula hacia la derecha o hacia la izquierda.

ATRICIÓN es el desgaste leve o moderado generado por el apretamiento a lo largo de la vida. Es inevitable. En el BRUXISMO el apretamiento es más intenso,repetitivo y prolongado en el tiempo. Las cúspides llegan a aplanarse como las muelas de un rumiante e incluso generarse cúspides invertidas.

3) Bruxismo durante el sueño

El inconsciente toma el mando absoluto y los movimientos y ritmos del balanceo mandibular los realiza ahora el Ser interior que tenemos dentro, el otro Yo. Los movimientos y fricciones que podemos llegar a realizar pueden ser tan extraños, que el paciente dice: …»-yo no hago eso nunca-«. y lo dice muy serio y con absoluta seguridad.

¿Cómo sabe el dentista que el paciente bruxa de noche y que sí se produce este fenómeno que el paciente niega con rotundidad? Porque las huellas del desgaste y los caminos seguidos por las piezas dentales durante los movimientos de la mandíbula quedan marcadas a fuego en el arco dental. Las muelas y dientes se gastan y dejan huellas. Huellas que permiten saber que por aquí pasó algo, ese algo, es la fricción dental y esas huellas las puede interpretar un experto en oclusión.

Si se rechinan las muelas, éstas hacen ruido, ese ruido repetido durante horas despierta al cónyuge o no le permite dormirse. Ese trabajo nocturno de apretar y/o rechinar sin control, hace que muchos bruxistas se despierten por la mañana con los músculos faciales cansados y el cónyuge hastiado/a.

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CONSCIENTE – SUBCONSCIENTE – INCONSCIENTE. Yo, mi socio y el otro yo. Los 3 dormimos juntos en la misma cama todas las noches.

Nuestro estrés emocional hace que nuestro inconsciente no repose bien durante el sueño. Está muy activo, y por motivos no bien conocidos decide apretar la dentadura. Mientras lo hace se encuentra inquieto, e intenta huir o solucionar problemas de la vida real.

No se sabe con certeza porqué bruxamos, pero sí sabemos que el estrés o tensión emocional forma parte importante de la causa.

«Dormir a mandíbula batiente» es dormir relajado y feliz.

Dormir boca arriba y sin almohada induciría a no bruxar, pero eso es imposible. La mayoría de las personas duermen hacia un costado y esa postura cambia constantemente durante las horas de sueño.

Dormir apoyando en la almohada solamente el cráneo y el pómulo (huesos fijos)no apoyar la mandíbula (hueso móvil), facilitaría el no bruxar. Cuando nos ponemos de costado en la almohada y apoyamos la mandíbula, ésta se desplaza hacia el lado contrario. Nuestro cerebro no quiere que la mandíbula se nos escape y para evitarlo contrae los músculos para sostenerla en posición. Nos pasamos media noche apretando las muelas sosteniendo la mandíbula.

Todo lo contrario sería dormir con la boca abierta.

Existe el paciente que dice: «-todo eso es imposible, yo no gasto los dientes por bruxar de noche y le voy a decir porqué: porque yo duermo siempre con la boca abierta-…» ja, ja, ja.

Dormir con la boca abierta por obstrucciones nasales no impide que apretemos las muelas durante el sueño y que el aire pase entre los dientes. Los labios se abren y se cierran al compás de la respiración para permitir el pasaje del aire. Dormir con los labios separados no es dormir con las muelas separadas.

Interferencias entre las muelas al movimiento lateral. Una vez que las muelas están en máximo contacto, el bruxista aprieta y al mismo tiempo frota las muelas, rechinando e incluso haciendo ruido. Esa acción repetida es traumática para la dentadura, sin embargo mientras el paciente la ejecuta no se produce ninguna señal de alarma. Es más, el paciente no es consciente de lo que hace, y lo niega. Es su pareja quien le dice, «…- tú haces ruido con los dientes de noche cuando estás durmiendo…-«

El paciente que dice que duerme con la boca abierta y por lo tanto no bruxa, no sabe que cuando pierde la conciencia y durante algunas horas del sueño también aprieta la mandíbula. Eso no le impide respirar por la boca abriendo y cerrando los labios y silbando mientras el aire fluye entre los dientes. El desgaste exagerado que presenta la dentadura así lo demuestra. La respiración bucal no es saludable.

55 años bruxando, pero dice que duerme con la boca abierta.

4) Bruxismo durante la vigilia

Mientras realizamos nuestras actividades cotidianas o mientras no hacemos nada, podemos estar bruxando. La diferencia es que estando despiertos, podemos tomar consciencia y tratar de no bruxar.

Habitualmente no nos gusta ir por la vida con los brazos sueltos, colgados y columpiándose de cualquier manera. En realidad muchas veces no sabemos ni que hacer con las manos o qué llevar en las manos. Si no llevamos nada en las manos, las metemos en los bolsillos o llevamos un bolso, y si estamos en una mesa, entrelazamos las manos para sentirnos más seguros, o nos sujetamos la barbilla o la cabeza. Tenemos una necesidad de tener todo en su sitio y que nada se descuelgue.

Con la mandíbula pasa algo parecido y para lograrlo apretamos los dientes; es lo más seguro. Apretar, de alguna manera, nos da más tranquilidad. Además llevar la boca abierta nos hace parecer ingenuos o tontos, en cambio apretar los músculos da imagen de seguridad, fortaleza y confianza. Llevar los labios cerrados sin que toquen las muelas, no es lo mismo que llevar la boca abierta.

Apretar las muelas para desarrollar una actividad determinada, como empujar un coche, levantar un peso, hacer pesas, o concentrarse para que nada se mueva mientras haces algo, es normal. Lo que no es normal, es rechinar todo el tiempo; en el trabajo, mientras vas en transporte público o paseando por la rivera del río un domingo al medio día, o escribiendo una carta de amor. Hay que evitar que el hábito de bruxar esté en todas las actividades de nuestra vida diaria y encima te lo lleves a dormir.

Excelente vídeo sobre bruxismo

Grados de bruxismo

Céntrico, excéntrico, diurno o nocturno, el bruxismo siempre es dañino. Pero el peor con diferencia es el excéntrico, y peor aún durante el sueño, ya que se pierde por completo la consciencia y por lo tanto el control de la actividad muscular.

El bruxismo leve lo hacemos todos. Nadie está libre de e que se generen fricciones y rozamientos entre las muelas y con los años provocar un desgaste dental «normal» que el paciente atribuye a los años. Se le llama atrición dental, y se lo considera fisiológico.

El bruxismo moderado provoca un desgaste notorio de la dentadura, pero quizás solo reconocido por el dentista.. También pueden aparecer problemas musculares y sobre todo de la articulación de la mandíbula ATM. Todo ello va a depender del umbral de resistencia de cada paciente.

El bruxismo grave suele ser atroz, pero cada paciente es un caso distinto. El paciente bruxista puede ser un simpático señor que rompe todo lo que el dentista le pone en la boca. Es el terror de los dentistas, pero él no comprende porqué, porque asegura que él no aprieta las muelas. Si las cosas se gastan o se rompen, siempre es culpa del dentista. Siempre. Siempre. El paciente dice que él es muy cuidadoso al masticar.

Debemos comprender que habitualmente, el paciente no rompe los trabajos odontológicos porque no sea cuidadoso y delicado al comer, sino porque bruxa. Y no lo sabe. Finalmente se rompió la muela tomando un yogur.

No podemos medir en el sillón dental el grado de bruxismo de cada paciente, pero sí podemos observar los daños generados, y esos daños pueden ser muy leves, leves, moderados, graves, muy graves y atroces.

¿Por qué se genera el bruxismo?

Nadie lo sabe. Pero si la articulación témporomandibular es simétrica y funciona a la perfección. Y la dentadura encaja y lo hace en perfecta armonía con el abrir y cerrar de la articulación temporomandibular (igual que las bisagras y cerradura de una caja fuerte). Y eres una persona relajada, tranquila, serena, equilibrada y llena de paz. Si todo ello se cumple en un momento dado, puede que no desarrolles el bruxismo.

Todo lo demás es dar explicaciones de la neurofisiología de la oclusión y de los estados psicológicos involucrados, que haría más extenso aún este escrito. La clave está en la oclusión, la desoclusión, los contactos prematuros e interferentes y nuestro estado de estrés, ansiedad o depresión. Los desequilibrios tanto mentales como dentales.

Causas

1. Discrepancias o desarmonías entre funcionamiento puro de las articulaciones temporo-mandibulares ATMs y el encaje y desencaje de la dentadura durante sus movimientos, desplazamientos e incursiones no funcionales (no para masticar alimentos).
2. Tensión psíquica.
3. Umbral de resistencia individual a todo lo anterior. Personalidad individual.
4. Patologías del sistema nervioso central.

cuando los demonios te persiguen
Cuando los demonios controlan tu mente o tu sueño, malo, malo, malo.

Casi todos niegan ser bruxistas

El dentista observador suele detectar signos de bruxismo en las muelas y en los dientes, pero cuando se lo comenta al paciente, este en la mayoría de los casos lo niega: «Yo no aprieto la dentadura». Además es rotundo en su afirmación, «yo no hago eso». El paciente se siente como invadido en su intimidad, por un dentista que «pretende adivinar» lo que hace con su dentadura sin conocerlo. A veces se ponen tan incómodos que resulta muy difícil o imposible tocar el tema.

Lo malo es que los pacientes no asocian para nada el problema bucal (dientes destruidos por el bruxismo) con su problema de neurosis. Y como muchas veces el paciente neurótico no es bruxista y al bruxista se lo ve muy relajado, esto parece más bien un enigma dentro de un misterio que una patología comprendida y con un lógico tratamiento. Por eso siempre digo que los daños ocasionados por el bruxismo parece cosa de brujas. Nadie lo entiende bien y todos le temen. Los dentistas los primeros.

¿Por qué se gastó ese diente?
¿Por qué se aflojó esa muela?
¿Por qué se rompió esa porcelana?
¿Por qué se me gastan los cuellos de los dientes?
¿Por qué me duele la mandíbula?

Infinitos porqués relacionados con el apretar la dentadura.

El bruxismo, la oclusión y los desórdenes articulares de la mandíbula con sus músculos, sigue siendo un tema para el debate y el desacuerdo.

Estamos todos de acuerdo

Si no hay dientes no hay bruxismo. Para que se genere el bruxismo el individuo tiene que tener unos dientes. Un desdentado total no bruxa. Ahora bien, si al desdentado le ponemos una dentadura postiza de resina acrílica, el paciente empieza a bruxar. Y si le ponemos implantes lo hará con más firmeza aún. Quizás no bruxe con exquisitez, pero sí con fuerza descontrolada ya que no dispone de la sensibilidad de los dientes naturales en cuyas raíces se encuentran receptores propioceptivos muy sensibles.

El reflejo de abrir la boca

Tener las muelas separadas la mayor parte del tiempo debería ser nuestro hábito diario, ya que es la postura más beneficiosa para todo el sistema masticatorio. ¿Eres capaz de mantener todo el tiempo las muelas separadas y que no toquen o si lo hacen, que sea a través de una película de saliva?, contacto en saliva, ¿eres capaz? ¡prueba, prueba!

Apretar las muelas no es bueno, tener la mandíbula relajada sí.

¿Qué sucede si estás masticando confiadamente un sabroso bocado de lomo tierno de ternera hecha a la brasa y, de repente, mientras le hincas el diente con fuerza, te encuentras con una esquirla de hueso; abres la boca inmediatamente y sin pensarlo. Ése es el reflejo defensivo de relajar los músculos elevadores de la mandíbula y activar los depresores en forma automática. Eso es lo que deberías hacer cuando te descubras bruxando.

¿Cuánto tiempo dedicamos al día a masticar comida para nuestra alimentación?

Aunque podemos estar en la mesa varias horas al día compartiendo mantel y saboreando manjares, el tiempo de masticación eficaz que dedicamos a triturar los alimentos que llegaron al estómago, no supera los 20 minutos. Si dedicas más tiempo, es posible que tengas sobrepeso y si dedicas menos es posible que tengas malas digestiones.

¿Tocan las muelas cuando masticamos un trozo de coco, pan o carne?

Mientras tengas un bolo alimenticio de consistencia media entre las muelas, éstas no hacen contacto entre sí. El cerebro «sabe» lo que tiene entre dientes. Nuestro subconsciente hace sus cálculos miorítmicos para saber hasta dónde hay que cerrar la mandíbula sin causar un daño a las muelas o al sistema masticatorio (patrones neuromusculares aprendidos).

Durante la masticación de un trozo de coco por ejemplo, puedes estar muchísimo tiempo masticando y masticando, pero las muelas no «chocan» entre sí nunca. Es como aplicar el reflejo de abrir la boca de manera constante, rítmica y repetitiva. Si el cerebro calcula mal, y las muelas se golpean, la boca de abre de inmediato. Lo hace el subconsciente en forma autómata. Forma parte de nuestros numerosísimos automatismos.

Las muelas pueden llegar a rozar mientras se mastica algo más ligero como espaguetis o lentejas, o cuando se masca chicle. Estos contactos son suaves y aunque todo rozamiento termina provocando con el tiempo un desgaste en los dientes, no llega a compararse con el desgaste que produce el bruxismo.

El desgaste dentario destructivo no se produce por masticar los alimentos que nos aportan los nutrientes para vivir. El desgaste destructivo lo produce el bruxismo. A no ser que mastiques piedras.

Hoy en día nuestros alimentos suelen ser previamente elaborados y cocinados, por lo tanto «blandos». Distinto es masticar raíces, bulbos, semillas, hojas, frutos, bayas, o incluso hojas de coca, etc. El hombre primitivo también ha usado sus dientes como herramienta.

¿Cuánto tiempo están las muelas en contacto y sin nada que masticar?

Es muy variable, pero el paciente bruxómano puede dedicar varias horas al día y muchas horas mientras duerme. Definitivamente si las muelas rozan entre sí, es cuando se conecta el circuito y empieza el bruxismo, si las muelas no tocan entre sí no hay bruxismo. ¿Quién destruye y gasta la dentadura, el masticar para alimentarse, los hábitos indeseables, el bruxismo diurno, el bruxismo nocturno? ¿Qué opinas?

Las muelas hacen un contacto leve entre ellas cada vez que tragamos saliva (deglución). Producimos casi 2 litros de saliva al día.

¿Eres capaz de mantener las muelas separadas (apenas con una película de saliva por el medio) y los labios juntos y que en ningún momento del día te descubras apretando los dientes?

Truco

Para conseguir que las muelas queden separadas repite en voz alta y con la mandíbula relajada ‘ene’, ‘ene’, ‘ene’, ‘ene’, ‘ene’, ‘ene’, ‘ene’, ‘ene’.

Si has conseguido decir ‘ene’ y notar que las muelas no tocan, prueba superada.

Ahora con la mandíbula relajada repite en voz alta ‘eme’, ‘eme’, ‘eme’, ‘eme’, ‘eme’, ‘eme’, ‘eme’, ‘eme’. Al decir M se juntan los labios.

Pues mantén las muelas separadas, los labios juntos y la mandíbula relajada. Siempre.

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Es útil morder un lápiz, un capuchón de bolígrafo, las uñas, los dedos, etc. ¿Por qué lo hacemos?

Algunos daños que genera el bruxismo

No hay dos casos iguales, pero valgan algunos ejemplos

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Dentadura joven y conservada
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Desgaste muy avanzado
Los incisivos superiores han sido desgastados hasta la mitad.
Bordes de los incisivos inferiores con desgaste cóncavo
Efectos del BRUXISMO: La muela de la izquierda está íntegra. La de la derecha no tiene cúspides ni facetas, ni surcos. No tiene esmalte oclusal, solo dentina y una vieja amalgama
Incisivos destruidos en forma alarmante. ¡y no le duele! porque es un deterioro progresivo y la pulpa se va calcificando por dentro.

El bruxismo entre otras cosas está relacionado con:

  1. Desgaste de muelas y dientes
  2. Desgaste de cuellos dentales
  3. Retracciones gingivales
  4. Sensibilidad dentinaria
  5. Fracturas de piezas restauradas
  6. Fracturas de porcelanas, empastes, puentes etc.
  7. Aflojamiento de tornillos y fracturas de implantes.
  8. Pérdida ósea alrededor de los dientes, movilidad dental.
  9. Distintos dolores miofaciales y cervicales
  10. Disfunción temporo-mandibular

SABER MÁS: Dolor en la mandíbula, articulación temporomandibular (ATM)

Algunos «tratamientos» o muletas para paliar el problema del bruxismo

La placa miorelajante de acrílico rígido y transparente es el medio más utilizado para combatir y «tratar» el bruxismo.
La placa debe diseñarse para que los contactos con las muelas y los planos inclinados de los dientes anteriores, generen el mínimo de palancas posible y los mínimos estímulos al SistemaNerviosoCentral.
placa miorelajante en boca
Si conseguimos una placa adecuada, haremos un corte en el circuito que envía estímulos al cerebro y así relajar los músculos elevadores y los músculos de las lateralidades.

Mantener las muelas separadas. 

Para ello tenemos que tener en mente un ejercicio de relajación mandibular consciente y constante, que podemos llevar a cabo en cualquier momento. Cambiar el reflejo inconsciente de contraer los músculos y apretar, por un hábito consciente de dejar caer la mandíbula y relajar.

No permitir que toque muela alguna ni siquiera un segundo. Labios juntos y muelas separadas.

Tener consciencia de nuestra mordida y no apretar las muelas. Podemos incluso interponer la lengua entre los dientes para cambiar el hábito de apretar.

Saber relajar la mandíbula. Fisioterapia.
Saber relajar la mente y encapsular los problemas. Psicoterapia.
Salud mental.
Salud física.
Salud espiritual.

Debemos redirigir nuestros esquemas mentales y buscar serenar la ansiedad, el estrés y la depresión a través de la psicología, la meditación, técnicas de relajación y enfoques más espirituales que materiales. Por ello es que soy de la opinión, de que un paciente que presenta trastornos como el bruxismo y la disfunción temporomandibular, debe consultar también con un buen psicólogo.

Mente sana en un cuerpo sano, hoy más que nunca.

Puedes tener tu placa miorelajante contra el bruxismo en tan solo dos visitas. Llámanos, concierta tu cita, pide tu placa y te regalamos la consulta.

Dr. Juan Balboa

Clínica Dental Dr. Juan Balboa
Rúa Marqués de Riestra 19, 2ºB
Pontevedra capital
Teléfono 986 86 36 02

14 comentarios

Hola Doctor.

Yo padesco de esa gravedad, me siento desesperada porque no lo
puedo controlar es mas fuerte que yo, bueno yo estoy en Nicaragua
haber que consejo me puede dar.

Saludos,

Vanessa Barreto M.

Buenas noches doctor. Su artículo me parece muy interesante y completísimo, abordando el problema del bruxismo de forma muy divulgativa. Para mí este problema es una lacra que me está costando muchísimos problemas que no consigo paliar ni siquiera con la férula de descarga. Mi mentón prominente y cuadrado no ayuda.

La cuestión es que me gustaría que me indicara si debo dejar de ir al gimnasio para no desgastarme aún más los dientes. Cuando voy, y realizo ejercicios de musculación, trato de hacerlos con la boca abierta para no rozar los dientes, pero no sé si esto es contraproducente. ¿Qué debo hacer pues? ¿Es útil llevarse la férula al gimnasio? ¿En caso de no poder disponer de ella, cómo debo colocar mi mandíbula y mi boca para presionar lo menos posible mis dientes mientras me ejercito levantando pesas? Muchas gracias por todo doctor y le felicito por su blog y su labor divulgativa tan útil y necesaria para todos.

Hola que tal Juan

Antes que nada felicitaciones por el blog, muy completo y bien explicado para quienes buscamos información sobre nuestros problemas bucodentales. Recientemente fui al odontologo y me diagnosticó un bruxismo leve, estoy esperando turno para hacer la placa miorelajante. Me llama la atención que en este artículo utilizas comillas para las palabras TRATAMIENTO y TRATAR cuando te refieres a dicho accesorio. Me interesaría saber el motivo del mismo, quizás hay algo que no interpreté bien

Muchisimas gracias!

Pongo «tratamiento» entre comillas, porque sería deseable que exista una cura real y definitiva, pero no es así. La placa es como un bastón, lo ideal sería caminar sin él.

Todo es verdad, considero con todo respeto el bruxismo no puede enviarte a un psicólogo. La razón hago ejercicio frecuente soy espiritual y siempre que puedo leo acerca de cómo enriquecer mi salud mental yendo a visitar lugares al aire libre, cada caso es particular, todos tenemos preocupaciones pero no todos rechinan los dientes como para enviarlos al psicólogo. Es la primera vez que leo algo semejante. Uso férula y considero puede hasta estar relacionado con las muelas del juicio y extrayendo creo puede mejorar al menos lo intentaré.

Por supuesto. No todos, solo casos muy concretos cuya ansiedad o depresión necesita un tratamiento profesional que repercutirá en la mejora del bruxismo. Ser espiritual y hacer ejercicio como haces tú es muy beneficioso. Suerte.

Buen día Doctor.

Yo padezco bruxismo desde hace 5 años. En este tiempo he usado 2 placas para poder dormir y evitar mas el desgaste de los dientes.
hace un par de meses acudí con mi dentista, porque la placa que ocupo se desgasto hasta romperse, pero solo del lado izquierdo, y unicamente en la muela de hasta atras. Toda la demas placa esta sin desgaste severo.
ella me comenta, que tengo la mordida abierta y es necesario colocarme braketts para poder cerrarla, y asi corregir el problema de bruxismo.
mi pregunta es… esto es correcto???
o puedo vivir sin problemas usando una placa para poder dormir, y solo cambiarla cuando sufra desgaste ??

No conozco la gravedad de tu mordida abierta o la dificultad para lograr alcanzar una mordida estable, pero siempre será mejor intentarlo que dejarlo así.
Ponte en buenas manos.

Antes que nada, felicitarlo por la información tan detallada del este problema. Mi hijo de 36 años está pasando una de las crisis más agudas de bruxismo que había conocido. Debo aclararle que su vida ha sufrido cambios y vaivenes que lo han colocado al borde del abismo. Hace 2 años tuvo su primera crisis de bruxismo grave, llegando a tener movilidad, sangrado de encías y rotura de piezas dentales. Usa la férula aconsejada por su dentista, pero aún así, su problema persiste. Esta semana pasada la ha pasado la crisis ha vuelto a agudizarse coincidiendo con problemas de su vida diaria. Ha tenido hinchazón notable de la parte superior de la cara, aflojamiento de varias piezas, sangrado de encías y dolor, tan agudo, que le ha impedido incluso comer. Su médico ha recetado un relajante muscular fuerte que evito nombrar porque, personalmente, considero que no sería ético compartir tratamientos de uso personal. Este tratamiento me preocupa por el riesgo de crear adicción, pero al tiempo veo que es la única manera de que esté relajado mientras duerme. No habría relacionado nunca el hecho de morderse las uñas con el bruxismo. Lo hace. También le han aconsejado poner hielo en la zona inflamada. Me pregunto si es correcto. Esta crisis parece que está remitiendo y la próxima semana debera´ visitar a su dentista para que pueda controlar los posibles daños ocasionados. La exposición detallada de su artículo ha sido clarificadora y ahora mismo enviaré su artículo a mi hijo, con la esperanza de que comience a tomar en cuenta que su problema, posiblemente, tenga razones psicológicas que tienen que ser tratadas. Muchas gracias por su blog tan claro.

Excelente redacción y aportación a los lectores de la problemática de tu hijo.
Espero que sea él y no tu, el principal interesado en buscar información y paliativos a su problema.De lo contrario no hay soluciones.
Es un caso complicado dependiendo de tu lugar de residencia y de tus posibilidades de acceder o no a profesionales adecuados, que en equipo puedan atender a tu hijo.
Hace falta un dentista que cure las encías sangrantes.
Hace falta un dentista que trate su mordida.
Hace falta un dentista que sepa de OCLUSIÓN Y ATM y trate estos casos.
Puede que un fisioterapeuta especializado en estos temas también ayude mucho.
Hace falta un psicólogo que entienda de éste tema y le ayude con la ansiedad.

El BRUXISMO es un problema PSICO-DENTO-MANDIBULAR.
Sin tratamiento, esas encías sangrantes, ese aflojamiento de dientes y el tiempo conducirá a la pérdida de la dentadura.

Buenas tardes doctor,

Sigo su blog desde hace varios años y aunque nunca he tenido la necesidad imperiosa de comentar alguna duda al respecto, lo felicito por el extraordinario valor didáctico y educativo de cada una de sus entradas. Desde hace unos meses me realizaron algunos empastes interproximales que me generaron molestias y problemas puntuales de oclusión. Desde ese momento, los he ido solucionando de forma gradual y no ha sido un proceso sencillo (la calidad del trabajo no ha sido la adecuada…). En cualquier caso, es la primera vez que tengo un problema de este tipo. En estos momentos, aún noto una muela que me roza o fricciona con otra (no es un contacto excesivamente alto, pero sí molesto). Cuando la comida está más aplanada, siento un roce incómodo de fricción solo en esa muela. Nunca he tenido un tema de bruxismo serio ( al menos, no desgaste dental, dolor o rigidez). Eso sí, noto que como muchas personas, aprieto los dientes ligeramente en determinados períodos y de forma involuntaria. Como no me siento cómoda con la forma en la que esa muela choca con su antagonista, tiendo a incidir en ese punto una y otra vez de manera automática. En resumen, me gustaría que me dijese si es algo relacionado con algún contacto prematuro y si merece la pena retocar ese punto por muy sutil que sea la molestia, ya que la muela en cuestión no está desvitalizada.

Saludos y gracias por su labor,

Lucrecia

Gracias por tu valoración sobre mi trabajo.
Sí, sin duda, lo primero es, tal vez, cambiar de dentista (aquel que lo estropeó no creo que lo arregle bien) El dentista tiene que interponer un papel marcador de los puntos de contacto oclusales, y allí, donde el «material de empaste» esté más alto, debe ser ajustado hasta nivelarlo con tu mordida habitual. Es de perogrullo explicar algo tan obvio. El no hacerlo terminará por provocar la fractura del material. Una vez equilibrada la modida hacia la habitual, podría intentar «descubrir» contactos prematuros en céntrica o excéntrica y hacer un ajuste oclusal que alivie la situación. No se puede o no se debe gastar una muela vital, si duele al hacerlo; solo décimas de mm.se puede gastar.

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